Reseña: Mi Hermana Vive sobre la Repisa de la Chimenea (Annabel Pitcher)

FICHA TÉCNICA

TÍTULO: Mi Hermana Vive sobre la Repisa de la Chimenea

SAGA: Autoconclusivo

AUTORA: Annabel Pitcher

EDITORIAL: Punto de Lectura

Nº PÁGINAS: 228

ISNB: 9788466326544

PRECIO: 12.95€

SIPNOSIS:

El impactante debut de Annabel Pitcher narra en la voz de Jamie, un niño de 10 años, la historia de una tragedia que destroza a una familia después de un ataque terrorista; y cómo cada uno se las arregla para recomponer su vida.
La lucha de Jamie por recuperar a su familia desgarra y conmueve, pero está también llena de humor y esperanza. Su voz tiene tanta fuerza que uno no puede evitar ponerse de su parte y ver el mundo a través de sus ojos.

OPINIÓN PERSONAL:

Este libro me llamó la atención por el título. Son de esos títulos que te atraen por su complejidad, su diversión o, como en este caso, por su extrañeza e impacto. ¿De qué va realmente este libro? ¿Cómo una hermana vive sobre la repisa de una chimenea? Pues la respuesta es más fácil de lo que piensa uno a primera lectura. Como dice en el reverso, este libro cuenta el cambio que sufre la vida Jamie, una vez que sus padres se separan y se ve obligado a mudarse a un recóndito pueblo al norte de Reino Unido. Se muda junto con su padre y sus hermanas, una de quince años que quiere vivir a lo grande, y la otra estancada en los diez, convertida en cenizas y que descansa en una urna sobre la repisa de una chimenea. ¿Pilláis ahora el título? Hasta aquí no tiene nada para que entren ganas de leerlo, pero os puedo decir que este libro es único.

Para empezar, la trama es mucho más compleja de lo que en un principio puede parecer. Pero esto se debe, sobre todo, al papel que juegan los personajes de la historia. Empecemos por Jamie, el protagonista de tan solo diez años. Nos cuenta todo lo que le ocurre desde su punto de vista, haciendo que sea como debería ser la narración de un niño de diez años: inocente, curiosa, clara y fácil de entender, sin darle muchas vueltas a lo mismo. Pero al final, aunque él no sepa que lo está diciendo, nos enseña la crueldad y lo dura que es la vida actual, junto con sus problemas. Luego está su amiga, islámica, que nunca sería aceptada en su familia ya que los terroristas islámicos mataron a su hermana cuando era pequeña. Sin embargo, Jamie no ve a su amiga como una terrorista, sino que la considera la mejor persona del mundo, y la verdad es que es una niña adorable. Y su padre, que se aferra a su hija muerta e intenta aparentar que está viva: llevándole regalos en su cumpleaños y Navidad, dejando comida sobre la repisa de la chimenea... pero que no es capaz de mirar el futuro llegando a abandonar a sus hijos, entregado al alcohol. En general, todos los personajes están muy bien elaborados y cada uno juega un importante papel en la trama.

Y aunque este libro no aporte nada de acción, romance o suspense, sí que nos enseña muchas reflexiones de la vida. La mayor es la diferencia que hay entre cómo ven el mundo los adultos y cómo lo ven los niños. En serio, ¿por qué algunos no podrían tener la mente tan abierta como la de un niño de diez años? Todo tiene más sentido, y si no encuentran la respuesta a un problema, siempre pueden darse por vencidos y empezar de cero. Jamie se ve envuelto en muchos problemas de la actualidad tales como el asesinato, el terrorismo, el racismo... y sin embargo, a él no le afectan en absoluto. Solo se dedica a observar su entorno e intentar hacer que todo vaya como siempre. Además, la narración es buenísima, teniendo en cuenta que usa un lenguaje claro, incluso divertido e irónico, que nos hace ver el mundo desde otro punto de vista, y nos hace pensar incluso después de haber acabado la lectura.

Mi Hermana Vive sobre la Repisa de la Chimenea es un libro  muy corto, pero muy denso. Tiene muchas reflexiones que no pensaría que haría nunca, ya que la autora nos enseña una manera diferente de ver las cosas. Es un libro que intenta lograr que el mundo sea para todos igual, que se viva en el cariño, no en la guerra, y que nunca hay que mirar al pasado, solo tener la vista fija en el presente. Se lee muy rápido, no solo por tener poco grosor, sino por su narración infantil y a la vez madura en muchos sentidos. Hay momentos que te hacen reír, pero también algunos en los que entran ganas de llorar. Con unos personajes de lo más normales, pero con un protagonista especial, Annabel Pitcher nos abre los ojos a un mundo donde vivimos, pero con una perspectiva a color. Un libro que sin duda recomendaría no solo a los jóvenes, sino también a los adultos.