Hablemos sobre...#1: Lecturas del Pasado Verano

¡Buenas, pensadores!

En esta ocasión os traigo una nueva sección a la que le he estado dando muchas vueltas durante mucho tiempo. La haré por ahora yo sola, sin colaboración de Elena, ya que me parece una sección bastante personal, pues daré mis opiniones y hablaré con mis palabras de un tema concreto y diferente cada viernes. Eso sí, quiero que vosotros también opinéis sobre estos temas en los comentarios o aportéis temas nuevos para hablar las próximas semanas. 

El caso es hablar sobre un tema que tenga que ver con la lectura y los libros, obviamente (estamos en un blog literario), pero sin llegar a hablar específicamente de lo que pareció tal libro, para eso ya están las reseñas.

   Para empezar esta nueva sección quiero hablar sobre las lecturas que hemos hecho durante el pasado verano. Bueno, en realidad el verano no se ha acabado, pero yo me refiero a las vacaciones de verano. Y tampoco es que me vaya a poner a hablar sobre los libros que he leído durante dicha época. De lo que quiero hablar es de si se han cumplido nuestros propósitos de lectura. Me explico: yo, siempre que empieza el verano y acaban las clases, me digo a mí misma que "Este verano voy a leer como una loca, porque tengo mucho tiempo y ninguna obligación". Y luego resulta que, cuando haces recuento al final de las vacaciones, no has leído tanto como en un principio. Es más, ves que ha leído hasta poco.

   En mi caso, he leído bastante en julio, pero más bien poco en agosto. Aunque es cierto que he leído más que el verano del año pasado, en el que apenas leí diez libros (y si acaso). Pero, ¿por qué estamos tan seguros de que vamos a leer tanto en verano? ¿Y por qué al final no leemos lo que nosotros esperábamos? Pues las respuestas, en mi caso  (y creo que en de la mayoría), son fáciles de responder.

   Para empezar, yo siempre pienso que, al estar libre de clases y ataduras, voy a tener casi tres meses en los que voy a poder disfrutar de mi pasión por la lectura tanto como me venga en gana. Voy a ponerme como una moto a devorar libro tras libro, no voy a preocuparme por otra cosa y, aunque luego tenga mi tiempo para salir, voy a leer en todo mi tiempo libre. ¿Qué pasa? Que esto no es así.

   Con el verano llegan los amigos de fuera, las fiestas de tu localidad, la piscina y los viajes de vacaciones. Y quieres salir con esos amigos, tanto por las noches como por las tardes a la piscina (o a la playa, si sois afortunados y vivís cerca del mar), y lo que al final más buscas es disfrutar de tu verano con esos amigos. Luego están las múltiples fiestas que no te quieres perder y siempre estás en las verbenas, en los bailes y en la calle. Y las vacaciones tanto con tus amigos como con tu familia, en las que te vas de viaje durante un finde, una semana o incluso quince días. Y yo en ese tiempo suelo marcharme a lugares en los que no voy a ponerme a leer, por ejemplo mi caso este verano, en el que he viajado a Roma y, aunque me haya llevado un libro, habré leído durante esa semana unas escasas cien páginas.

   Y luego están los otros pasatiempos: no sé si lo sabréis, pero me considero otaku, o lo que es lo mismo, aficionada y fan del manga y el anime, por lo que también he estado enganchada a series japonesas y he leído bastantes cómics manga. Y también he aprovechado para bajar mis reseñas pendientes (o lo he intentando). Porque, aunque no haya podido conectarme mucho a Internet, los días en los que sí lo hacía podía llegar a escribir dos o tres reseñas y dejarlas "en el almacén" para subirlas en días en los que no podía. A su vez, Elena y yo también hemos aprovechado para hacer cosas nuevas para el blog.

   Pero luego es cierto que, aunque este verano haya salido, me haya ido de vacaciones y haya pasado el tiempo con otras cosas, al final estoy contenta porque he leído unos veinte libros teniendo en cuenta el poco tiempo que le he dedicado a la lectura.

Y vosotros, ¿creéis que habéis leído lo que que os habíais propuesto? 

¿O al final os habéis quedado cortos con vuestro objetivo?

¡Besos!